Sobre la planificación de la iluminación en el salón
Una buena iluminación es uno de los aspectos más importantes de un espacio vital. Sin embargo, la «iluminación» a menudo se reduce a elegir lámparas bonitas, y el «diseño de iluminación» sólo tiene lugar una vez que el resto del piso está amueblado, lo que significa que a menudo vivimos en un piso mal iluminado durante meses (¡años!).
¡Un gran error! Siga leyendo y entenderá lo que queremos decir.
Tres opciones para iluminar los espacios vitales
Iluminación general
Suele montarse desde arriba, en algún punto del centro del techo. Proporciona una luz uniforme en una habitación y permite moverse con seguridad.
Iluminación del lugar de trabajo
Te ayuda a completar ciertas tareas en esta sala.
Iluminación de acento
Añade interés visual a una habitación, por ejemplo, puede resaltar un cuadro o una bonita pared con textura. También puede utilizarse como «luz de ambiente».
Lo ideal es utilizar los tres tipos de iluminación en cada habitación (siempre que sea lo suficientemente grande) para crear un concepto «multicapa» perfecto. Piense en las funciones (potenciales) de cada habitación y en la «sensación» que debe transmitir en distintos momentos del día.
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Iluminación del salón para varias habitaciones
Iluminación de cocinas
- Las luces de trabajo bajo los armarios/estantes son imprescindibles. Son muy útiles para iluminar la superficie de trabajo mientras se cocina; también pueden ser regulables, lo que ayuda a crear un ambiente agradable cuando no se está trabajando.
- Si tienes una barra o una isla de cocina, puedes colgar lámparas colgantes (una o varias, según el tamaño) encima: voilá, funcional y decorativo.
Iluminación del dormitorio
- Instala una bonita lámpara colgante para atraer las miradas (si el techo es lo suficientemente alto) y tendrás una buena fuente de luz suficiente para las tareas generales (doblar la ropa, ordenar…).
- Lámparas de cabecera: Asegúrate de que sean lo suficientemente potentes para que puedas leer y la otra persona pueda dormir al mismo tiempo.
- Los apliques de pared son una tendencia que me gusta mucho ahora mismo. No solo quedan genial, sino que tu mesilla de noche queda libre para otras cosas.
Iluminación del salón
- Puedes utilizar una luminaria general que puede ser muy decorativa y reflejar el estilo de la habitación.
- Como el salón suele ser el centro de actividad, queremos asegurarnos de que esta habitación esté bien iluminada para leer, ver la televisión, entretenerse, etc. Hay muchas posibilidades: ¿Qué tal una iluminación de acento en forma de lámpara de pie con una textura que proyecte bonitas sombras estampadas en las paredes? Una lámpara de pie junto a un sillón es la iluminación perfecta para leer. Y unas cuantas velas encendidas en el momento oportuno crean la atmósfera adecuada para una velada encantadora.
Iluminación del baño
- Además de fuentes de luz generales que no te deslumbren cuando vayas al baño por la noche, debes instalar iluminación a ambos lados del espejo. Esto te proporciona luz para el trabajo real (maquillaje, afeitado…) sin provocar sombras.
- Si eres uno de los afortunados que tiene bañera… coloca velas u otra luz suave de acento.
Más consejos para planificar la iluminación del salón
- Lo ideal es elaborar un buen plan de iluminación antes de construir una casa nueva o hacer una reforma importante. Sin embargo, también hay buenas formas de mejorar la iluminación existente.
- No olvide que las luminarias desempeñan un papel importante a la hora de establecer el tono o el ambiente de una habitación. Así que elige luces de un estilo que te atraiga y se adapte a la habitación.
- Presta atención a las proporciones: Una impresionante lámpara colgante industrial sobre una mesa de comedor pequeña desequilibraría la estancia.
- La temperatura del color también influye. ¿Quién quiere una casa que parezca la consulta de un dentista? Como regla general, se puede decir que la luz cálida es amarilla y la fría azul. Más concretamente, la temperatura de color se mide en Kelvin (K), y cuanto más alta es la temperatura, más fría es la luz. La luz cálida es perfecta para estancias en las que queremos sentirnos cómodos, mientras que la luz fría se recomienda para zonas en las que queremos ver con claridad (por ejemplo, en un escritorio).
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